Todo comenzó en un trastero. Margarita Morais no es el genio informático Steve Jobs, que inició su carrera en un garaje, pero la actual presidenta de la Fundación Eutherpe tuvo la idea de habilitar una sala para dar una oportunidad a jóvenes músicos. El proyecto arrancó con un piano de 1820, que aún se utiliza, y perteneció a la bisabuela de Morais, Amalia Martínez de Velasco y Bustamante. La sala ha albergado más de 3.000 conciertos, entre recitales de piano, canto y música de cámara en todas sus versiones. Por esta estancia de las Carmelitas en Alfonso V han pasado intérpretes procedentes de 51 países. «Solo les pedimos tres requisitos: una foto, su currículum y el programa que van a interpretar», cuenta Morais. Al principio era ella quien sacaba fotos de los recitales. Hasta que un día «pesqué en Facebook a María Díez, una asidua a los conciertos, que hacía espléndidas fotografías». Ahora, en reconocimiento a su labor y dedicación, Morais va a ser condecorada con el premio Castilla y León a los Valores Humanos y Sociales.
Dicen que Morais levanta el teléfono y la gente coge un avión para actuar en León gratis. La fundación que preside cumple este año sus primeros 25 años. Un tiempo en el que Morais no ha estado quieta. Creo los cursos internacionales que en verano traen a León a una legión de pianistas y directores de orquesta, que tendrán la oportunidad de perfeccionar su técnica junto a los maestros Bruno Aprea y Joaquín Soriano. También creo el ciclo Maestros Internacionales que permite escuchar en el Auditorio Ciudad de León a jóvenes virtuosos que están llamados a ocupar un lugar destacado en el firmamento musical. También creó en 2014 la Joven Orquesta Leonesa (JOL), una prueba de fuego para músicos que buscan experiencia en una formación sinfónica.
En estos momentos, forman parte de la JOL 175 músicos, que periódicamente se reúnen para ensayar y a los que Eutherpe financia la residencia. A Margarita, que ha recibido numerosos premios y reconocimientos, no le avergüenza pedir dinero públicamente. Todo por el bien de la música. Por los jóvenes músicos.